Ahora que se acercan las fiestas navideñas y que tendremos días libres, os propondré un plan super bonito!! Esta excursión es ideal para los enamorados del vintage y las cosas viejunas, y una excusa genial para enseñar a los pequeños de la casa cómo eran antes los comercios. Se trata de las "Tiendas museo" en Salàs de Pallars (provincia de Lleida).
Las Tiendas museo recrean comercios de productos cotidianos de la segunda mitad del siglo XIX hasta finales de los 70. La ambientación se consigue con el mobiliario típico de cada tienda, la exposición de productos representativos de cada época y con los carteles y otros elementos publicitarios. Todo muy bien documentado y buscando hasta el más mínimo detalle.
Actualmente tienen seis tiendas: la farmacia, la barbería, el estanco de tabacos, la mercería-perfumería, el ultramarinos y el bar. Cada una de ellas con un sinfín de objetos y detalles impresionante. No sé con cual me quedaría. La farmacia fue la primera que visitamos, en ella descubrimos un montón de medicamentos muy chocantes vistos desde la perspectiva actual, cómo por ejemplo unos cigarrillos para el asma, hasta medicamentos que se publicitaban directamente diciendo que contenían cocaína.
El estanco estaba lleno de paquetitos de tabaco, algunas marcas reconocidas y otras que desaparecieron con los años. Muy interesante, también, ver la evolución del packaging y, sobretodo, de los carteles publicitarios. En este comercio también había el teléfono público, cuando aún no existían cabinas telefónicas por la calle.
En la barbería descubrimos porque los carteles son rojos, blanco y azules. En esas épocas en las barberías también se curaban pequeños cortes o se arrancaban muelas. Me quería llevar uno de los sillones de la barbería eran tan ideales!! (jeje). La mercería es la que tenía más presente en mis recuerdos infantiles, de acompañar a mi abuela a comprar hilos y medias. La recreación es una pasada con todas las cajas llenas de hilos y botones, todo ordenado por colores, precioso.
El ultramarinos, es la tienda museo más grande de las seis y la primera que recrearon. Flipante ver todos los paquetitos vintage de gallina blanca, el flan del chino mandarino, netol, anís del mono. Miraras donde miraras había algo por descubrir. La visita acaba en la cantina, esta ya con una tele de época, apetecía quedarse a tomar una copa, lástima que todos los productos tenían más de 40 años.
Una caminata por nuestra historia cotidiana reciente. Una actividad para compartir en familia y un gustazo para los sentidos. Encontré una buena iniciativa para activar un pequeño pueblo cómo es Salàs de Pallars, ojalá más pueblos imitaran y reproducieran estas tiendas museos. Creo que es una gran manera de enseñar a nuestros peques como funcionaba todo antes de los grandes supermercados.
Os ha gustado el planazo de hoy? Yo lo disfruté un montón!
Bsitos ;*
Delgraphica
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