Mi abuela siempre me ha dicho que en domingo de ramos se ha de estrenar algo, ni que sea unas medias. Hacía años que no iba a la misa de este domingo. Hoy sólo he estrenado su anillo. Lo compró en un viaje a Portugal, hace cerca de 30 años, nunca se lo ha quitado. A menudo jugaba con él dando vueltas alrededor de su dedo. Me encanta este anillo, ello lo sabía, y en un par de ocasiones se lo había sacado para dármelo. Pero era de mi abuela, y me gustaba vérselo puesto. Ahora es mío, y me gusta mucho, pero me gustaría mucho más poder continuar jugando con él mientras sostengo sus manos. Ya no volverá a pasar. Nos hemos despedido de ella un domingo de ramos, sin fiesta ni palmones. Estrenando su anillo. Sí, era mayor pero cómo siempre digo: las abuelas deberían ser eternas. Iaia DEP.
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